Pequeñas reflexiones sobre temas varios. Tras dos semanas sin trabajo remunerado uno se plantea varias cosas. En fin, creo que.

Sigue el blog por Email. Enter your email address to follow this blog and receive notifications of new posts by email. Las creaciones literarias bilingües de Helena Sauras. La sal de las heridas. El eco de mi rebelde tambor. Entre el bullicio del desierto. El deshielo que derritió mis labios. El peso de una madre. Una curva abierta como una sonrisa franca.

Qué me apetece leer hoy? Trevor no sabe ladrar. Dailos on El rojo de mi bandera. Ver perfil de canariasescribe en Facebook. Entre el suelo y el cielo. Leave a comment on Bienvenidos y bienvenidas! El rojo de mi bandera.

Flor de sacuanjoche-Flor nacional de Nicaragua. Viernes, 22 de mayo de 2015. La poesia es un arma cargada de futuro, de Gabriel Celaya. Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,. Mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,. Fieramente existiendo, ciegamente afirmado,. Como un pulso que golpea las tinieblas,. Cuando se miran de frente. Los vertiginosos ojos claros de la muerte,. Las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

En la muerte de Rafael Chirbes. En su trato había una ternura sobria que se parecía a la que se respira entre algunos personajes de sus novelas. Cuando hacía frío usaba dos. Los padres de Paul Celan encontraron la muerte en campos de concentración alemanes.

Jueves, 13 de agosto de 2015. El hombre y la luna. De espaldas mirando la luna, con el sombrero y el traje impoluto, como caído de una recepción importante en la embajada , y ahora absorto en el brillo de la esfera lejana de la que solo asoma un. Gajo, parece que quisiera subir y alcanzarla y colgarse del columpio de nubes. Sin rostro apenas unas orejas asomando inexpresivas, mostrando la parte trasera del traje. No le vemos la cara pero imaginamos una boca abierta, unos ojos con el iris dilatado.

El mejor sitio de relatos WordPress. Alina estaba de copas con las del periódico. Por la mañana estaría envuelta en una bruma etílica con dolor de cabeza y sin apenas recordar nada. Y esa maldita sensación de vacío de haber pasado la velada quemando las horas. El ruido encubría el mutismo tedioso.